María de los Sagrarios y discípulos de San Juan.
El fin esencial de la Obra de las Marias de los Sagrarios y Discípulos de San Juan es acompañar al Señor en la soledad de sus Sagrarios, amarle por los que no le aman y reparar por los que le ofenden, rezando muy especialmente por los sacerdotes de las parroquias que tienen encomendadas. Los fines generales son la Gloria de Dios, la santificación de sus miembros y con su ejemplo procurar que se acerquen otras personas a la Eucaristía.
Asímismo las Marias de los Sagrarios y Discípulos de San Juan se ocupan del cuidado y atención de las Parroquias necesitadas de la provincia de Barcelona y de las necesidades de sus párrocos.
Corazón Eucarístico de Jesús, que compartes con nosotros el techo y la jornada. Corazón que tienes tus delicias en estar con los hijos de los hombres. Por una infinita sed de nuestra cercanía has llegado a la locura de hacerte pan para poder así entrar en nosotros.
Danos a sentir este misterio de tu presencia para que tu Sagrario sea siempre el rincón amado de nuestra intimidad. Que en tus horas de soledad nos encuentres siempre velando, deseosas de acompañarte y de buscarte compañía.
Perdona las infidelidades que en estos cien años hemos cometido. reconocemos nuestra pobreza y debilidad. Pero con tu ayuda lo podremos todo.
Haz que seamos fuertes frente a las dificultades, fieles a nuestro carisma de amor y reparación, apostólicamente audaces y creativas para encontrar caminos nuevos que conduzcan hasta tu Sagrario al hombre y a la mujer de hoy.
Pedimos a tu Santo Espíritu que ilumine con su luz y mueva con su fuerza a muchas almas generosas para que emprendan este camino que lleva hasta Ti.
Que este Año Jubilar sea para todas las Marías de los Sagrarios un tiempo de gracia y de conversión; y para quienes se benefician de nuestro apostolado un año de bendición.
Ponemos en el Corazón de tu Madre Inmaculada, en cuya fiesta nacimos, todos nuestros planes y proyecto, nuestros trabajos, ilusiones, penas y alegrías.
Imploramos la protección, desde el cielo, de nuestras Marías Mártires, del Santo Padre Rubio y del Beato Don Manuel González, que recibió de tu corazón este precioso carisma del “amor eucarístico reparador”, que llena nuestra vida.
Todo lo pedimos en el nombre de Jesucristo Nuestro Señor. Amén